CAPITULO 26
La liberación
Al caer la Puerta se levanto una nube de polvo pues el piso era de Tierra apisonada. Las particular suspendidas crearon un velo denso que lentamente fue cayendo todos se quedaron quietos esperando a que ese telón terminara de desaparecer terminan que de pronto comenzara una bala cera pero no hubo disparos.
Hacia amplios paneos no quería omitir detalles de repente ninguno de ellos pudo creer lo que tenia ante sus ojos una enorme hilera de jaulas con los canes prisioneros.
En aquel galpón no había ventanas ni otras puertas Cherlo se trepo al techo con una desvencijada escalera de caracol que crujía y terminaba en un ruido balcón y la sota del bolsillo izquierdo de su inmensa chaqueta
La liberación
Al caer la Puerta se levanto una nube de polvo pues el piso era de Tierra apisonada. Las particular suspendidas crearon un velo denso que lentamente fue cayendo todos se quedaron quietos esperando a que ese telón terminara de desaparecer terminan que de pronto comenzara una bala cera pero no hubo disparos.
Hacia amplios paneos no quería omitir detalles de repente ninguno de ellos pudo creer lo que tenia ante sus ojos una enorme hilera de jaulas con los canes prisioneros.
En aquel galpón no había ventanas ni otras puertas Cherlo se trepo al techo con una desvencijada escalera de caracol que crujía y terminaba en un ruido balcón y la sota del bolsillo izquierdo de su inmensa chaqueta
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